Esta mañana hacia un sol radiante que invitaba a salir de casa. Cogí la cámara de fotografiar y di un paseo por el pueblo para descubrirlo paso a paso.
Me encontré con Josefa, una vecina encantadora, con la que mantuve un rato de buena conversación.
Empezó por llamarme a la atención una enorme escalera y rampa, que permite acceder al otro lado de la vía del metro, pero que está plantado en el medio de la calle, y casi encima de las casas de los vecinos; algo que me dejó atónito.
Josefa que en ese momento salía de su casa para ir a comprar, me preguntó, que me parecía, y le respondí, con franqueza, que muy mal. Es obvio, no puede utilizar su garaje, y le plantaron a menos de tres metros de la salida de su casa aquel enorme mamotreto.
Ocupa aquella casa hace más de cuarenta años. Según me digo vive allí desde los siete años. Agregó, puede que la derriben con las obras del soterramiento de la vía. En una actitud de buena vecindad, Josefa opta por sacrificar su casa, pues en caso contrario tendrían que derribar unas cuantas casas del otro lado y afectaría a varias familias.
Una historia más de nuestro pueblo para la historia de Benimàmete, si es que no acaban por derribarlo todo, destruyendo lo que es de nuestra gente, sus raíces.
La casa de Josefa es una de las pocas cuevas que quedan de las Carolinas y si siguen así puede que terminemos sin ninguna, si no se ponen medidas y medios. Menos mal que en el pueblo vecino de Paterna no hicieron lo mismo y esgrimen orgullosos sus CUEVAS.
A quien corresponda, para que se proceda acorde con la conservación de lo nuestro. Aquí tenéis algunas fotos que lo atestiguan.
miércoles, 31 de octubre de 2007
viernes, 26 de octubre de 2007
CALLES DE MI PUEBLO
En mis paseos matinales voy haciendo tomas de las calles del recorrido en busca de algún cambio que, de momento, se resiste a surgir, pues lo mucho prometido no termina de ser cumplido. Puede que el tiempo, que siempre acaba por poner las cosas en su sitio, nos brinde con la satisfacción de ver nuestro pueblo equipado con los adelantos tan necesarios para superar en lo cotidiano los obstáculos de la época que nos toca vivir, ya que pagamos nuestro impuestos como cualquier ciudadano del país.
CASAS CON ENCANTO
En los paseos que voy dando por mi Pueblo, Benimàmet, casi siempre con la máquina de fotografiar dispuesta para disparar, voy recogiendo imágenes de todo aquello que veo destacable. En este caso me fijé en algunas casas cuya arquitectura y cuidados reúnen un cierto encanto.
En una de esas actitudes fui abordado por un vecino que me preguntó por que había acabado de hacer una foto a determinada casa, y le respondí que por encontrarla muy bonita y con un excelente equilibrio estético. Me respondió que era su casa, y le felicité.
jueves, 25 de octubre de 2007
Santiago Calatrava
Estavamos en julio, hacia mucho calor, pero tuve que desplazarme a Benimàmet para hacer una visita a un señor que se llamaba Calatrava de apellido. Cuando llamé a la puerta, me atendió una señora que dijo ser prima de la persona que buscaba, que ellos ya no vivían allí, y que dicha persona era hermano de Santiago. Según ella, estaba allí por tener obras en su casa, que sus primos se la habían dejado; son muy buenas personas, añadió! Hablamos un poco y, como era una señora muy agradable en el trato, además de muy comunicativa, me invitó a pasar para que viera la casa. Lo primero que me dijo fue, "esta era la habitación de Santiago", la primera a la derecha. Allí estaba la habitación completa, con una mesa de estudio, donde se forjó ese arquitecto genial, reconocido en todo el mundo como uno de los más ilustres. Me emocioné; estaba viendo algo que pocas personas conocían; estaba en la habitación donde durmió, y donde se formó un gran personaje. Cosas del destino, actualmente vivo en Benimàmet y además en la calle Santiago Calatrava.
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